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Contratos, sí, pero que permitan volar

Un empleo fijo no garantiza acceso a una vivienda ni a un proyecto de vida: la calidad del empleo es la gran asignatura pendiente, junto con la empleabilidad

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Junio 2023 / 114
Condiciones laborables

Ilustración
Andrea Bosch

Las tres ocupaciones que generaron más contrataciones en España el año pasado no pasan por ser las de mayor valor añadido, por importante que sea la labor realizada: la de peón agrícola se lleva la palma entre los hombres, la de personal de limpieza lo hace entre las mujeres y, en todos los géneros, reina el trabajo de camarero. Según el Observatorio de las Ocupaciones del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), las solicitudes de las consideradas elementales han ido a más: si en 2013 suponían el 29,78% del total, en2022, pesaban el 33,64%, casi cuatro puntos más.  

La hostelería, la pesca, la agricultura, la construcción, las reparaciones y el transporte —por comparación, requieren menor cualificación— son las áreas que despuntan en vacantes, junto con las ligadas a las nuevas tecnologías, las energías renovables y la sanidad —medicina del trabajo, geriatría y prevención—, según el estudio Tendencias del mercado de trabajo 2023, del citado Observatorio.

Condiciones laborales

Aunque las vacantes existentes en el mercado laboral español palidecen respecto a las de otros países, según el Instituto Nacional de Estadística (INE) hace una década había una tercera parte de las que se registran hoy, en particular en el sector servicios. Los puestos sin cubrir suman 140.517. 

En el caso de la hostelería y la construcción, el Observatorio atribuye el desajuste entre oferta y demanda a "las condiciones laborales ofrecidas y los salarios bajos". Estos factores también se mencionan en el caso del personal de investigación y personal sanitario, que ha buscado mejores oportunidades laborales en el extranjero. Las vacantes también se explican por "falta de competencias técnicas y transversales".

"Es muy importante crear empleos, pero ello no basta si no mejoramos su calidad o las posibilidades de acceso a la vivienda y de emanciparse", señala Matías Figueroa, responsable de Programa España de Ayuda en Acción. Esta ONG encargó un estudio sobre el futuro de los jóvenes de cara a 2030 en conexión con el mercado laboral, y ha concluido que el porcentaje de quienes viven con sus padres aumentará casi un punto, del 46,8% a 47,5% en los próximos siete años. El mero hecho de trabajar, incluso con un contrato indefinido, no es garantía de poder volar. 

"El empleo forma un triángulo con la educación y la vivienda. Debemos atacar la precariedad y orientar más la educación a la empleabilidad, en las que una de las piezas clave es la formación profesional, pero también una seria política de vivienda, por eso pedimos un pacto global para las personas jóvenes", añade Figueroa. Las mayores dificultades de emancipación se concentran entre los sectores más humildes de una juventud muy heterogénea, cuyos niveles de empleo aún no se han recuperado desde la crisis de 2008.

Más oportunidades

Cuanta más formación, menos paro. Y aun así, el Estudio prospectivo sobre empleo y juventud en España de la ONG remarca: "Tan importante como mejorar la educación es impulsar las políticas de desarrollo sectorial [de sectores económicos] para aprovechar las oportunidades de la digitalización y la tecnología, con una estructura económica más moderna y capaz de crear empleos de mayor valor añadido, por cuenta ajena o por cuenta propia". En definitiva, incide en que a la responsabilidad individual de adquirir formación y competencias se le suma la responsabilidad colectiva de cambiar de modelo productivo para que haya empleos de calidad que absorban a esos jóvenes.

Los fondos Next Generation EU, al menos sobre el papel, marcan los sectores con mejores perspectivas del empleo: de la movilidad eléctrica a las energías limpias, pasando por la industria de los semiconductores, por la economía circular o por la economía social y de los cuidados, ante el envejecimiento de la población.

Si esa parte impulsa la parte de la transformación del modelo económico, el Gobierno ha fiado la mejora de la empleabilidad a un cambio en las políticas activas a través de la nueva ley de empleo, que persigue una modernización de los servicios de empleo y, en este envite, convertir el SEPE en la Agencia Española de Empleo.

Cambio de "cultura"

"La ley supone avances, da algunos pasos en la buena dirección. Por ejemplo, la conversión del SEPE en agencia dará más flexibilidad a la gestión y a la contratación", señala Pau Hortal, vicepresidente de la Fundación Ergon, un espacio de reflexión sobre el mercado laboral y el futuro del trabajo. Para Hortal, sin embargo, "podemos cambiar las normas, pero la clave es conseguir un cambio cultural en los los equipos de los distintos servicios de empleo para poder dar atención personalizada y ofertas que encajen con cada perfil, además de superar inconvenientes tecnológicos y de coordinar y usar con eficiencia suficientes recursos".

El hecho de que ya no solo las entidades sin ánimo de lucro puedan participar del nuevo sistema integrado ha despertado críticas sindicales. "Se empieza con la coordinación, pero es el camino hacia la privatización de la intermediación", alerta la secretaria confederal de UGT, Patricia Ruiz. CC OO y UGT critican que la ley no tuviera en cuenta el diálogo social, y alertan de que en sí misma no garantiza efectividad. Y subrayan la falta endémica de medios, que llevó al SEPE al colapso durante la pandemia, con el aluvión de suspensiones temporales de empleo. "El dinero debe ir a más orientadores. Las últimas cifras que tenemos concluyen que mientras que, de media, en la UE una persona atiende a 100 desempleadas, en España, una atiende a 1.000", subraya Ruiz.

Desde USO, se habla de “tuneado legislativo", porque "la intermediación no mejora solo con un cambio de nombre" como cuando cambió de INEM a SEPE. 

Propósitos y retos de la nueva ley de empleo

  • Se crea una red común que permita la intermediación laboral sin barreras territoriales. Pero en el sistema no solo se integran la Agencia Española de Empleo y sus equivalentes de las autonomías, sino también entidades colaboradoras de los servicios públicos y agencias privadas de colocación.
  • Se plantea atención con itinerarios y seguimiento personalizados, para personas demandantes de empleo. Se recurrirá a big data e inteligencia artificial. También se atenderá a personas en activo y a pymes, con la idea de detectar necesidades de formación y de mano de obra. El resultado de los procesos se evaluará.
  • Se blinda una cartera de servicios garantizados, que devienen derechos.
  • La Inspección de Trabajo se pronunciará sobre las causas de los despidos colectivos.
  • Se amplía el abanico de colectivos de atención prioritaria. Y no se podrá discriminar por razón étnica, de identidad sexual, discapacidad o creencias.
  • No se podrán embargar cuantías equivalentes al salario mínimo.
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Tasa de empleo
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Tasa de desempleo juvenil
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Creación de empleo